La Unidad 6 Punta de Rieles del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) era considerada “una cárcel modelo”. Con 600 personas privadas de libertad, su gestión penitenciaria estaba basada en el estudio y el trabajo.

En junio del año pasado, tras los primeros meses del actual gobierno, Luis Parodi, referente en materia penitenciaria que dirigía la unidad desde 2014, presentó su renuncia. En su lugar asumió Martín Quiró, que había sido director de la Unidad 10 Juan Soler.

Nueve meses después, fue removido de su cargo. Pasará sin ningún cargo a la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado, que no depende del INR sino del Ministerio del Interior.

El nuevo director de la Unidad 6 Punta de Rieles es Omar Vera. Vera se desempeñó hasta ahora como director de la Unidad 19 Florida, una cárcel con importante desarrollo en el interior del país. Fomentó la construcción de una cárcel con apertura, a la que se acercan distintas propuestas socioeducativas desde la comunidad.

Vera ha tenido aportes destacados asociados a la inclusión del estudio y el trabajo como ejes fundamentales del trato y el tratamiento penitenciario.

En 2012, trabajó en un proyecto de alfabetización en contextos de encierro en convenio con ANTEL, que brindó equipos de informática y conectividad para el desarrollo de esta tarea educativa. También en coordinación con ANTEL, acercó el Plan Ceibal y el Plan Ibirapitá a las cárceles.

Vera es padrino de dos niños, mellizos, que nacieron en la cárcel de Florida. El bautismo se realizó en la unidad penitenciaria, que ha desarrollado múltiples estrategias para apoyar estas crianzas y fortalecer las iniciativas asociadas a las niñas y niños en cárceles

Para Vera, la gestión penitenciaria tiene “tres grandes principios: trabajo, estudio y deporte, y salud integral”. “Se humaniza la reja. Más allá del delito, lo que importa es la persona. Más allá de estar privado de libertad, no está privado de sus derechos. Se trabaja en la dignificación de la reja, para dar un trato diferente”.

La idea del nuevo director es replicar estas experiencias en Punta de Rieles, una cárcel que supo ser ejemplo de gestión penitenciaria. Su gestión apunta a “transformar los espacios y los compromisos intracarcelarios para mejorar la convivencia y que en el egreso tengan otra oportunidad”. “Si no le damos la llave, no van a poder encontrar la puerta para abrirla” explica. Y agrega: “La reja tiene que ser una telaraña para entretejer entre el adentro y el afuera”.

El nuevo gabinete de Punta de Rieles está formado por personas que formaron parte de este proyecto en otros momentos.