Dentro del Tercer Coloquio 2012, dedicado a la temática del Medio Ambiente, especialistas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) hicieron una presentación para narrar los avances realizados y las experiencias vividas en el Paisaje Protegido del Valle del Lunarejo, en el departamento de Rivera y en general en el Parque Natural Regional Quebradas del Norte, que abarca una extensa área de los departamentos de Rivera y Tacuarembó.

El equipo del SNAP, conformado por Alda Rodríguez y Jorge Medina, viajó desde Rivera para participar en el coloquio y transmitir la importancia que el Valle del Lunarejo y las áreas aledañas tienen para la conservación, no solo del ecosistema, sino de las tradiciones culturales de la región.

Rodríguez contó que este Paisaje Natural tiene la particularidad de estar conformado por una serie de propiedades privadas y una extensa actividad productiva relacionada con la forestación, con la que se debe negociar cuanto terreno es destinado a la actividad económico-productiva y cuánto se mantiene sin alterar con preponderancia de bosques naturales.

La especialista también indicó que ésta Área Protegida tiene una extensión de alrededor de 30 mil hectáreas y su inclusión en el SNAP supuso la creación de un importante marco institucional elaborado en conjunto por la Dirección Nacional de Medio Ambiente, la Intendencia de Rivera y las partes afectadas. Rodríguez opinó que el Plan de Manejo del Área Protegida debe ser “dinámico y evolutivo” para adaptarse a las distintas realidades y no provocar cambios radicales ni en el ambiente ni en el estilo de vida de las personas que viven en la región.

También se enumeraron una serie de acciones realizadas en la región, como un Registro de Montes Nativos, cursos a demanda de la población local que incluyeron desde inseminación artificial para ganado hasta guía turístico, pequeños apoyos a ganadería familiar y un programa de educación ambiental, que busca ayudar a “valorar los recursos del ambiente” dando origen al Agrupamiento Escolar Quebradas del Norte, que abarca a 14 escuelas de la zona y a más de 300 niños.

Finalmente, los especialistas hicieron referencia a actividades productivas relacionadas a las Áreas Protegidas, como ser el eco turismo o la producción familiar y subrayaron que “la posibilidad de conservar ni va necesariamente en contra de lo económico”.

Mira la presentación completa de Alda Rodríguez en el archivo adjunto.

Autor/Fuente: Red USI