El Centro Providencia, es una organización orientada a la educación no formal ubicada en el barrio del Cerro, y que funciona a contra horario de la educación formal. Se trata de una organización de origen religioso pero que practica una educación totalmente laica.

Gustavo Marino, coordinador del Club de Niños que funciona en el Centro, abrió la oratoria contando sobre los diversos trabajos que se realizan en la organización y explicó que actualmente, Centro Providencia cuenta convenios con diversas instituciones como el INAU y el INDA.

Marino explicó que desde Providencia se observó el alto índice de repetición registrado en la educación formal en las esucelas y liceos de la zona y que a partir de esa observación se apuntó a apoyar a los niños y adolescentes para que no abandonen el ciclo educactivo.

Se trata de un caso de trabajo complementario entre educación formal y no formal, en el que ambas partes “se vieron obligadas a trabajar en conjunto” dijo Marino. El representante del Centro providencia también aseguró que forzosamente tuvieron que “entrar en contacto con las escuelas” en lo que describió como “un proceso que costó muchísimo pero que con el que ahora estamos muy satisfechos”.

En cuanto a la metodología educativa del Centro Providencia, Marino explicó que mediante un estudio realizado a principios del año lectivo, se clasificó a los niños en tres categorías: niños con dificulatades severas, niños con dificultades moderadas y niños con dificultades específicas. Esta última categoría no es atendida, por el momento, por Providencia, y son derivados a otras instituciones especializadas.

Entre los chicos que concurren a Providencia, 9 de cada 10 pasan de año en la escuela a la que concurren. Este resultado impusla a Providencia a seguir trabajando y a seguir tendiendo puentes con la educación formal.

“No sirve aislarse, hay que trabajar en red con las escuelas” aseguró Marino, quién fué consultado sobre cómo trabajar con un sistema educativo formal que muchas veces rechaza a los centros de educación no formal. “Insistimos, no hay que cansarse de insistir. La única forma de vencer las resistencias de la escuela formal es insistir. El resultado es muy positivo, nosotros necesitamos de las escuelas del barrio”.

Por su parte, Laura Voituret, de desarrollo institucional de Providencia, explicó que la calve y el objetivo del centro es “educar para la vida” y que para eso se necesita “acompañar la vida de los chicos que concurren al centro”.

Voituret dijo que tras la buena experiencia del Club de Niños, ahora el Centro Providencia apunta a un Centro Juvenil, para acompañar a los niños en su paso a la educación secundaria. En este sector, la organización cuenta con muchos menos recursos y por eso el trabajo se vuelve más dificultoso.

Actualmente, se trabaja con unos 60 adolescentes de entre 12 y 17 años y se observa una mayor deserción de la educación formal, que debe afrontarse con menos recursos. “Los adolescentes necesitan otra respuesta de la educación formal, hoy por hoy no existen posibilidades”aseguró Voituret.

Finalmente, los respresentantes del Centro Porvidencia anunciaron que apuntan a ampliar su trabajo a la atención de la primera infancia y sumar apoyos para desarrollar el proyecto de un liceo propio, privado pero gratuito, dónde brindar formación y posibilidades a los adolescentes, que hoy por hoy no las encuentran en la educación formal.

Antes del Centro Providencia, tomó la palabra el Lic. Homero Mieres, director de las escuelas de oficios MaPa. Luego fue el turno de la organización Con los Pies en la Tierra de Paysandú y el profesor Luis Ayala.

Autor/Fuente: Red USI