Red USI celebra el “Día de Internet” junto a cientos de infocentros de todo el país. Aquí un nuevo testimonio de la importancia de las Tecnologías de la Información:

Mi camino con la Red

Crear documentos, buscar información, comunicar, compartir, trasmitir contenidos eran cuando era niña, adolescente y en mi temprana juventud, vistos con los ojos de hoy, verdaderos actos de arrojo.
Para crear documentos usé el hectógrafo (a buscarlo en Google), el mimeógrafo, calqué mapas y dibujos en la ventana al tras luz y muy tardíamente pagué dinerales para fotocopiar algún texto. Conocí las máquinas de escribir, esto es: dibujé caracteres a golpes de teclas en un papel, usé el carbónico, escribí y rescribí hasta el cansancio. Y dejé de escribir no por haber llegado a la perfección en un texto, sino simplemente para no seguir rescribiendo eternamente.
Me olvidaba...usé lápiz, lapicera de tinta y bolígrafo.

Para encontrar datos, caminaba todo el tiempo a donde los datos estaban, buscaba información en los libros, recortaba revistas, iba a las embajadas a ver como era Australia, les costará entender, porque hoy se pueden ver desde aquí hasta los molares de un canguro.

Para comunicarse, estaba el teléfono, había que tenerlo claro, y no era fácil. Si se rompía, arreglarlo podías llevar muchos días, las líneas se ligaban, se cortaban y se bloqueaban. Las cartas eran de papel, se llevaban al correo y se usaba el telegrama. Pero no todo fue así, en mi temprana juventud, conocí el diskette y viajé en ómnibus con uno cuidadosamente guardado en la cartera para llevar datos de un lugar a otro. Además, antes conocí el fax, una maravilla!!

Después llegaron las tecnologías para editar, copiar, encontrar y transferir información, se fueron aunando y potenciando herramientas, dispositivos y programas. Se fueron también haciendo masivas y en algún sentido, accesibles. Empezamos a trabajar diferente, a comunicar y comunicarnos de otra manera, a reconvertirnos.

Formas nuevas permitieron que las viejas formas se transformaran.
Allí estuve haciendo mis duelos pero, a no negarlo, entusiasta ante las herramientas que proliferaban. Conocí Internet en Bogotá en un curso de la OEA, recuerdo una cerámica incaica, como mi primera imagen en la Red, estaba en el museo de una universidad en Colorado. Fue hace tanto pero tanto, que aunque no lo puedan creer, no estaba Google.

Empecé a usar el correo, fue hace tanto... que trataba de “convencer” a otros docentes de que lo usaran: “está bueno”, les decía. Tres veces al día la Universidad de la República se conectaba con la Universidad de Buenos Aires y mandaba paquetes con los mensajes, luego volvían...

Ahora todo está presente y es mucho mas accesible, nos ha cambiado la vida, pero no es magia. Nos ha cambiado la vida, pero no por existir, sino por el camino que recorrimos haciéndolo nuestro. La magia, si es que existe, está lo que no es poco, en la oportunidad.

Hoy trabajo en ese mismo universo, para que esa posibilidad se universalice.
Tengo la certeza de que nada es del todo valioso si hay quienes están excluidos.
Y creo también, que poner al alcance de todos la oportunidad, esa oportunidad que no es magia, nos permite hacernos mejores personas, pensar colectivamente, interactuar en el respeto y crea ciudadanía.

Alicia
 

Autor/Fuente: Red USI