Se realizó una importante donación al Museo de la Revolución Industrial, del Barrio Anglo en la ciudad de Fray Bentos, se trata de una antigua incubadora de pollos.

Fue  realizado por la Familia Fabre, de la Granja Santa Rosa, a pocos kilómetros de Fray Bentos.

Esta incubadora tenía espacio para 150 huevos, que luego de 21 días a 103ºF (equivalente a 39ºCelsius) producía alrededor de 140 pollitos, nos cuenta Doña Sofía Liesegang. Ella los controlaba cuidadosamente durante esos días, y nos confiesa que a esta máquina “la vuelve a hacer a andar sin problemas”, ella le conoce bien todos los detalles, nos dice Doña Sofía.

Varios se la han ido a comprar, pero desde que se enteró que en el Anglo recibían donaciones de este tipo, decidió donarla, porque sabe “que ahí va a estar bien cuidada y que todo el mundo la va a poder ver”.

Esta incubadora durante mucho tiempo le vendió pollos al Frigorífico, en aquella época donde se vendía al coloso de la alimentación, también pavos y ganzos.

Con un poco de lástima dado que trabajó tantos años con esta incubadora, Doña Sofía dona esta parte de esta gran historia del trabajo como lo fue el Establecimiento Liebig´s Anglo. Lástima porque desde el año 52, que su familia llegó a Fray Bentos desde Young, la tuvieron con ellos, incubando a miles y miles de pollitos y es, sin duda parte de su historia familiar.

La incubadora está en perfectas condiciones, tiene el sello de haber sido comprada en la Veterinaria De Boni y Cía. -18 de Julio 1086, Montevideo- y su origen es americana, se lee: Underwiters Laboratories. Inc – Inspected Incubator Nº 415565. El termómetro que se encuentra en un soporte de bronce, que se colocaba dentro de la incubadora dice: “Universal Incubator Thermometer – The Buckeye Incubator / Springfield, Ohio”.

Nos cuenta Doña Sofía que llevaba 3.5 litros de agua y consumía 8 litros de keroseno durante los 21 días. A los huevos había que ir dándolos vuelta, y muchos no crecían, se perdían. Durante muchos años le vendieron pollos a Conuber, e incluso iban algunos grupos escolares de escuelas de la zona a observar el momento que nacían los pollitos.

Se agradece enormemente esta donación a Doña Sofía Liesegang y a la familia Fabre, y se comunica que en unos días se expondrá al público visitante esta reliquia, otra herramienta de gran importancia en los 116 años de vida del Establecimiento Industrial y otra muestra viva de esta gran historia del trabajo, la Gran Cocina del Mundo, con tantos objetos, historias, cuentos y vida que están tan cerca de nosotros y son parte de este territorio productivo.

La Dirección del Museo invita como siempre a todos los ciudadanos a visitar su Sala de Exposiciones y el Sitio Patrimonial y extiende a aquellos vecinos, ex trabajadores, familiares, ex proveedores y público en general, que deseen acercar y compartir historias, relatos, objetos, fotos y demás pertenencias que por su valor histórico y demás sean aportes significativos a la historia viva del Establecimiento Industrial, hoy Patrimonio Cultural de todos los uruguayos y en camino a un reconocimiento máximo de Patrimonio Cultural de la Humanidad por UNESCO.

Autor/Fuente: Laura Haedo