Estación González - Algo de su historia

El pueblo González – o Estación González - está ubicado en la 7ª sección judicial del departamento de San José sobre el kilómetro 112 de la ruta 23, al sur del arroyo Jesús María, sobre ramal de vía férrea Montevideo – San José – Colonia.

La vía férrea establecida en San José como en tantos otros departamentos del país dio origen a varios pueblos surgidos contiguos a las estaciones.

La que unió San José con Rosario y Puerto Sauce, que pasa por Mal Abrigo, entró en servicio el 27 de agosto de 1899.

Igual que Mal Abrigo la estación del actual pueblo González fue inaugurada el 27 de agosto de 1899 al entrar en servicio la línea antes mencionada. Pero hay que señalar que en esa época ya existía un caserío en el lugar por donde pasaba el tránsito hacia Mercedes por medio de diligencias. Era punto obligado de detención.

Con motivo del paso del tren, que era una gran conquista, Juan González levantó un gran edificio, que todavía se mantiene en pie, con el fin de instalar un comercio de ramos generales. Del apellido de este comerciante surge posteriormente el nombre de la estación y del incipiente poblado.

En 1901 fue levantado el plano del pueblo, que llevaría el nombre primigenio de San Roque, próximo a la estación y contiguo al galpón de González entre la estación y el camino a Mercedes.

Con el tiempo se fueron creando dos grupos de edificaciones, bastante distantes uno de otro, con las denominaciones de San Roque y Breiva. Posteriormente y debido a su expansión esos dos barrios se unieron, centralizando lo que actualmente se denomina pueblo González.

El pueblo comenzó a tener un gran dinamismo ya que toda la producción de la 5ª sección, zona sobre todo agrícola, comenzó a salir por dicha estación. Igualmente la de la Colonia América, de 5.000 hectáreas de extensión, situada a 2 kilómetros de distancia.

Un gran galpón que construyó AFE era utilizado como depósito de cereales y lana, productos que luego serían trasladados a Montevideo y distintos lugares del país. Durante muchos años lo usufrutuó Antonio Chamorro, que era un acopiador que les compraba toda la producción a los agricultores de la zona y les vendía las semillas, harina y ración.

Al principio la escuela estaba a la salida del pueblo, hacia el sur. Luego se trasladó a la zona noroeste del pueblo y es donde Doña Claudia Tappia de Arborella, que fue una directora muy visionaria y emprendedora, promovió en la Escuela Nº 56, que era escuela-granja, la existencia de talleres de carpintería, herrería, corte y confección, crochet, bordados a mano y a máquina. La huerta proveía todas las hortalizas para el comedor. Había un establo donde se criaban cerdos, conejos, gallinas. Se hacían dulces y conservas para todo el año. Tenían colmenas y producían su propia miel. Contaban con tres peones, una cocinera y un auxiliar de servicio. La escuela tenía también una “calesita” que todavía funciona. Muchos la llamaban “la escuela de la calesita”.

La capilla la fundaron un grupo de misioneros en el año 1938. El 27 de setiembre de 1959 fue declarada Parroquia estando el cura Andrés Colruit, de nacionalidad belga, quien encargó la edificación de la casa y salón parroquial. En la misma existe una escultura de San Isidro Labrador hecho en Bruselas en el año 1963 por un hermano del sacerdote Colruit. Esta comunidad tiene una gran devoción por el Patrono de los trabajadores del medio rural y desde hace años se realiza la Fiesta de San Isidro Labrador que tiene como centro a la Parroquia de esta zona.

En el 2001 el pueblo se benefició con un plan de Mevir que posibilitó la construcción de 41 viviendas y el acceso a las mismas para muchos habitantes de la zona.

Existen varias comisiones que trabajan por el pueblo: la Comisión de Fomento que posee personería jurídica, la Comisión de Fomento de la Escuela, la comisión de Mevir, y el grupo de integrantes de obras parroquiales que funciona desde el año 1969.

Hoy González tiene, de acuerdo a los datos del Censo del Instituto Nacional de Estadísticas realizado en el 2011, 222 habitantes de los cuales 126 son mujeres y 96 son hombres.

Estos son pequeños trazos de la historia de otro de los pueblitos de nuestro interior. Ellos son verdaderos mojones mimetizados con el medio rural. González yo no es una estación, solo le queda el nombre, pero el pueblo se mantiene estoico desafiando el tiempo. Como tantos a lo largo y ancho del País.

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