Estas fiestas

Estimados lectores

 Quisiera en esta oportunidad dejarles una visión acerca de estas fiestas a las que el pueblo judío denomina Pésaj (Peisaj en español) que de acuerdo a diferentes pueblos, aunque con un mismo tronco de pasado en común, se vive y siente de diferentes maneras.

Cuando era niño, recuerdo la celebración de Pésaj con una gran reunión familiar, cunado nuestros abuelos aún vivían, y aún sin ser religiosos, el mas viejo de la familia se vestía con la ropa típica, leía y recitaba algún pasaje de La Torá, se comían las comidas típicas mientras nosotros, niños que nada entendíamos al respecto, jugábamos debajo de la mesa cubierta por manteles hasta el piso a atar los cordones de los zapatos de la familia reunida.

Mucho tiempo pasó desde aquella niñez, nunca supe transmitir a mis hijas la importancia del significado de esta celebridad, ni la importancia de lo que genéticamente llevan en su sangre. Seguramente ni estén hoy concientes de su propia historia.

Por eso, quise dejarles este mensaje... que al decir de un gran revolucionario:“la historia me absolverá.”

Definamos primero:

¿Qué es Pésaj?

Es la celebración de la Pascua Judía, que este año coincide con la semana Santa católica y ortodoxa.

  Pésaj (en hebreo) literalmente «salto», es una festividad judía de origen bíblico. La festividad conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, relatada en el pentateuco, principalmente en el libro del Éxodo. El pueblo hebreo ve en el relato de la salida de Egipto como el hito que marca el nacimiento del pueblo como tal. De aquí el especial sentir de la colectivdad por esta fecha, tanto para quienes lo festejan desde la religión como quienes lo hacemos desde una óptica relacionada con la memoria y la historia.

La festividad es uno de los tres Shalosh Regalim (Fiestas de Peregrinaje) del judaísmo, ya que durante la época en que el Templo de Jerusalén existía, se acostumbraba a peregrinar al mismo y realizar ofrendas.

La festividad comienza en el día 15 del mes hebreo de Nisan, y dura siete días (ocho en la Diáspora, ante la antigua duda de un error de cálculo de calendario se agrega un día extra para asegurar el cumplimiento), y durante la misma está prohibida la ingestión de alimentos derivados de cereales (trigo, cebada, centeno, avena y espelta) fermentados, llamados en hebreo Jametz  (la raíz de la palabra indica «fermentación»). En su lugar, durante la festividad se acostumbra a comer Matzá (pan sin leduar), o pan ácimo. Según la tradición, el pueblo judío salió de Egipto con mucha prisa y sin tiempo de prepararse, por lo que no hubo tiempo para dejar leudar el pan para el camino, dando origen a la tradición.

La festividad también recibe el nombre de Fiesta de la Primavera, ya que en el hemisferio Norte marca el inicio de dicha estación. Dado que en Israel las estaciones calurosas son las estaciones secas, a partir de Pésaj y hasta Sucot se acostumbra a orar por el rocío, y no por la lluvia (oraciones que se reservan para el invierno)

 Los eruditos se han preguntado por mucho tiempo cómo es posible que los judíos, que representan menos de un cuarto del uno por ciento de la población mundial (así como lo expresó memorablemente Milton Himmelfarb: “La población total del pueblo judío es menos que un error estadístico en la tasa de nacimiento anual del pueblo chino”), hayan tenido una influencia tan profunda en prácticamente todas las áreas de actividad humana.
¿Cómo es posible que los judíos, más que ninguna otra minoría, hayan recibido tantos “Premio Nobel”, siendo judíos casi un quinto de los ganadores de dicho premio?


Quizás, todo se remonta al comienzo mismo, y a la festividad de Pesaj que se celebra en esta fecha.


Pesaj transmite cinco ideas importantes que se convirtieron en el leiv motiv respecto a cómo llevar una vida exitosa y productiva. y que debemos incorporar también en cada día del resto del año. 

Son  contribuciones desde la hostoria mas antigua, al mundo, y pueden ser resumidas en cinco palabras: memoria, optimismo, fe, familia y responsabilidad.

La memoria une nuestro pasado con nuestro futuro; convierte la historia en nuestro destino.


La Importancia de la Memoria


El escritor católico irlandés Thomas Cahill estaba tan asombrado por la manera en que el pueblo judío había literalmente transformado al mundo, que escribió lo que posteriormente se convertiría en un bestseller internacional: Las Contribuciones de los Judíos.

Una de las mayores contribuciones que él le acredita a la genialidad judía es la invención de la idea de la historia.
“Recuerden que fueron extraños en la tierra de Egipto”. “Recuerden que Hashem los sacó de la esclavitud”. Recordar es una obligación bíblica que nunca le pareció importante a nadie más antes de que el pueblo judío apareciera en escena. Fue la historia de Pesaj lo que inició un compromiso con la memoria.
Henry Ford era famoso por su creencia de que “la historia son patrañas”. La compañía Ford también es famosa por producir el Edsel, un auto que fracasó rotundamente y que le hizo perder a Ford millones y millones de dólares. Y ambos fueron errores igualmente tontos. La historia es la única forma en que podemos aprender del pasado. La historia nos permite crecer al pararnos sobre los hombros de gigantes. Quien comete un error una vez es humano, pero quien no aprende nunca de lo que pasó es un tonto. Por eso es tan importante escuchar las famosas palabras de George Santayana: “quienes no aprenden del pasado están condenados a repetirlo”.Sabemos lo horrible que puede ser vivir sin una memoria personal de los eventos que precedieron. Para un individuo, tenemos un nombre para esto, el cual nos llena de terror: Alzheimer. Ésta es una enfermedad a la que le tememos quizás más que a la muerte misma, porque nos convierte en cadáveres vivientes. Pero extrañamente no tenemos una palabra similar para describir la ignorancia de nuestro pasado colectivo. Saber lo qué nos precedió es casi tan importante en un plano histórico como en uno personal; sólo al ser conscientes de nuestro pasado como pueblo, nuestras vidas podrán llenarse de propósito y significado.
La memoria une nuestro pasado con nuestro futuro; convierte la historia en nuestro destino. Aprender a valorar la historia fue el primer paso en nuestro ascenso por la escalera de la vida.

La Importancia del Optimismo


Estudiar la historia de Pesaj en profundidad lleva a reconocer que la tarea más difícil que tuvo que hacer Moshé no fue sacar a los judíos de Egipto, sino sacar Egipto de los judíos. Se habían habituado tanto a su estatus de esclavos que habían prácticamente perdido toda esperanza en que su destino alguna vez mejoraría.
Sin esperanza hubieran estado perdidos.
El verdadero milagro de Pesaj y su relevancia futura es el mensaje de que,  ninguna dificultad es insuperable. Un tirano como Paró puede ser derrocado. Una nación tan poderosa como Egipto puede ser derrotada. Los esclavos pueden ser hombres libres. Los oprimidos pueden romper las cadenas de su cautiverio. Todo es posible si tan sólo nos atrevemos a soñar el sueño imposible.
En la historia del “Gran Sello de Estados Unidos”, un capítulo particularmente relevante es el símbolo que sugirió Benjamín Franklin en agosto de 1776. Él propuso la dramática escena descrita en el Éxodo, en la que un pueblo confrontó a un tirano para obtener su libertad.
“Paró [está] sentado en una carroza sin techo, con una corona sobre su cabeza y una espada en su mano, atravesando las aguas partidas del Mar de los Juncos en su persecución de los israelitas:  Moisés, que está parado en la costa y quién, al extender su mano sobre el mar, hace que éste se vuelque sobre Paró”.
El lema que Franklin sugirió, basado en la historia de Pesaj, inspiró a George Washington y a los padres fundadores de las colonias norteamericanas para rebelarse en contra de sus opresores británicos: .
Fue el registro bíblico del Éxodo lo que facilitó que el espíritu de optimismo prevaleciera en los seguidores de Martin Luther King en su búsqueda por derechos igualitarios, porque fueron motivados por la visión de Moisés llevando a su pueblo a la Tierra Prometida. Fue la esperanza engendrada a nuestros ancestros lo que permitió que incluso los judíos encarcelados en Auschwitz celebrasen furtivamente la Festividad de la Libertad y creyesen en la posibilidad de su propia liberación.
Ese espíritu optimista, basado en nuestra propia historia milagrosa, es el segundo gran regalo que el judaísmo ha dado a la humanidad y que define nuestra identidad.


La Importancia de la Fe


La historia de Pesaj enseña que la historia no es una ocurrencia casual.
Tiene un “orden” predestinado. “Orden” en hebreo se dice “Séder” – y es por eso que el ritual principal de Pesaj es identificado con ese nombre.

La Importancia de la Familia


Pesaj nos enseñó otra importante verdad: la forma de perfeccionar el mundo es comenzando con nuestras propias familias.
Dicen los escritos bíbilicos que Dios no construyó Su nación ordenando una reunión general de cientos de miles de personas en una plaza pública, sino que le pidió a los judíos que convirtiesen sus hogares en lugares de adoración familiar, por medio de un Séder dedicado principalmente a responder las preguntas de los niños.
Pareciera ser demasiado obvio; los niños son nuestro futuro. Los niños son quienes más necesitan nuestra atención. El hogar es el primer lugar en el que formamos nuestra identidad y descubrimos nuestros valores.
Es en nuestros hogares donde sembramos las semillas del futuro y aseguramos nuestra continuidad.
Puede que el mundo se burle de los padres judíos por ser sobreprotectores (idishe mame) y por llevar una vida centrada en los hijos, pero a fin de cuentas, ellos son los principales responsables de los logros extraordinarios de su progenie.
En la mesa del Séder, los niños son alentados a ser las estrellas y sus preguntas son tratadas con respeto. Y ese es el primer paso para desarrollar la genialidad de la Importancia de la Responsabilidad por los Demás.


Hay una gran pregunta que pide a gritos ser respondida cuando celebramos nuestra liberación de la esclavitud de Egipto. ¿por qué Dios permitió que fuésemos víctimas de un trato tan terrible en primer lugar?
Hay una hermosa respuesta que es evidente en muchos textos de Torá. Fuimos esclavos en Egipto – y por eso debemos tener empatía con los desfavorecidos en cada generación. Fuimos esclavos en Egipto – y por eso debemos preocuparnos por los derechos de los demás. Vivimos la opresión – y por eso debemos entender más que cualquiera el dolor de los oprimidos.
La tragedia de nuestro encuentro con la injusticia tiene que servir para  prepararnos para servir en todas las generaciones futuras como portavoces de aquellos con cuyo dolor nos podemos identificar a nivel personal.
El objetivo del sufrimiento del pueblo judío, fue convertirnos en un pueblo comprometido a disminuir las cosas que están mal en el mundo para hacer que este mundo sea mejor para nuestros hijos, los hijos de nuestros amigos y los hijos del mundo.
Se comienza el Séder invitando al hambriento y al destituido a unirse; y se concluye abriéndole la puerta al profeta Eliahu. De acuerdo a la interpretación bíbilica, es la  aceptación de la responsabilidad por los demás lo que acelera la llegada del Mashiaj. (salvador).

La tradición de la celebración de Pésaj, tiene un estricto orden en la mesa que se sirve, donde cada alimento se asocia a las viscicitudes que el pueblo juío debió soportar en el Exodo por el desierto:

Maror y el Jazeret — Hierbas amargas, simbolizan la amargura y las penalidades de la esclavitud sufrida por los judíos en el antiguo Egipto. El maror puede ser cualquier hierba fresca de sabor amargo, como por ejemplo rábano picado con remolacha para hacer un condimento denominado jrein. Es de hacer notar que el rábano y las hierbas deben ser frescas, si fueran condimentadas o encurtidos no se consideran válidas para la celebración del Seder debido al precepto de las leyes judías. El Maror a veces es una raíz de rábano picante. El Jazeret es generalmente una lechuga romana (o de Cos) cuyas raíces son ligeramente de sabor amargo. Tanto el rábano como la lechuga romana cumplen las exigencias del mitzvah que definen la amargura de los alimentos y de las hierbas durante el Seder.


Jaroset — Se trata de una pasta dulce, de color marrón-rojizo, mezcla de diveros frutos secos de textura pedrosa, que representa el mortero empleados por los judíos esclavos para construir los graneros y los edificios del antiguo Egipto. En las casas de los judíos Ashkenazi cuando celebran el Seder, el jaroset se hace de nuez picada, manzanas y canela, y vino dulce. Los judíos sefardíes en sus recetas de la cocina sefardí emplean dátiles y miel junto con nueces picadas, canela y vino. La elección de los ingredientes simboliza los atributos del pueblo judío en palabras del Rey Salomón tal y como menciona en su Cantar de los Cantares.
Karpas — Suele ser una verdura o hierba de sabor amargo, que es untada en agua salada (salmuera) al comienzo del Seder. Se suele emplear perejil, apio o patata cocida. El remojo de la verdura en el agua salada (que representa lágrimas) refleja la pena que sintieron los esclavos judíos en Egipto, que sólo pudieron comer alimentos simples y poco preparados. El consumo inicial del karpas en el Seder significa que los niños de la mesa empiecen a preguntar por el significado de la celebración. Generalmente en el Shabbat o en las comidas de las festividades judías, el primer alimento ingerido tras el kiddush con el vino es el pan. En la mesa del Seder, sin embargo, el primer alimento ingerido tras el kiddush es una verdura. Este cambio en el orden deja de inmediato la recitación de la famosa cuestión: Ma Nishtana — “¿qué hace diferente esta noche de las otras?”
Z'roa — Una tibia de cordero asada, puede ser también una ala de pollo, o un cuello; simbolizando el Korban Pesaj (sacrificio del Pesaj) en el que se ofrece un cordero como sacrificio en el Templo de Jerusalén, en el que se asa y se come como parte de la cena de la celebración del Seder night. Desde la destrución del Templo el z'roa se sirve como un recuerdo visual del sacrificio del Pesaj; durante el Seder no es ni ingerido, ni manipulado. Los vegetarianos suelen sustituir este elemento por una remolacha.


Beitzah — Un huevo cocido, simboliza el Korban Jagigah (festival del sacrificio) que fue ofrecido en el Templo de Jerusalén. Este huevo no es ingerido como parte de la cena de Seder. A pesar de ser el sacrificio del Pesaj y el Jagigah ofrecimientos cárnicos, el jagigah es conmemorado con un huevo, como símbolo de duelo (los huevos son servidos en las celebraciones de los velatorios tras los funerales), de esta formase evoca la idea de duelo por la destrucción del templo. Desde la destrucción del Templo, el beitzah se sirve como un recuerdo visual del Jagigah; durante el Seder no se come o se manipula (a excepción de la operación inicial de remojo en agua salada).

Los ingredientes deben colocarse en la mesa del Seder de acuerdo con su uso, los que se usan primero deben estar cercanos y los que se emplean después lejanos. el séptimo ingrediente simbólico de Seder son las tres pilas de matzot, que se sirven separados. El primer y último se emplean para el hamotzi (adoración sobre el pan), mientras que los del medio se pueden partir por el medio y ponerse en un borde para el afikoman.

Los boles con agua salada se emplean en las dos unciones del Seder: uno al comienzo de la cena en el que se remojan los karpas, y el otro antes que la cena comience en el que se remoja el huevo duro como recordatorio del Jagigah. No es una parte tradicional del plato de Seder pero se pone en la mesa

 

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Autor/Fuente: Omar Fuksman

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