Historia de éxito  

Luego de la primer consulta y tras una larga espera para obtener hora para un diagnostico,  el dictamen fue contundente: “tiene un déficit de atención, dijo la doctora con esa sapiencia que no admite discusión alguna. ”

Ya había alertas desde el jardín con su motricidad, pero...... seria cuestión de maduración. Al fin ya al cabo, un déficit no puede ser tan grave, un falta solucionable a corto plazo. Corregir un poco la dicción, (nada desesperante) y darle tiempo a madurar. Y al mismo tiempo, entre tests evaluativos, idas y venidas de un lugar a otro, catastróficos anuncios, enjuiciamientos apresurados, del retraso........un déficit......que una escuela especial.....¿es lo. Mismo? ¿serian dos cosas juntas? Y comienzan las dudas, las angustias “Era lo que pensaba y los exámenes lo confirman. Tiene un retraso de un año y medio. se confirman mis  sospechas, candidato para medicar. RITALINA”... Y más exámenes, cardiólogo con el.  

¿Como encarábamos el problema? Infaltable en estos tiempos, Google tendría la respuesta y panacea para mas dudas, foros, sitios, paradigmas, dogmas, opiniones, acusaciones de negociados y hasta soluciones mágicas alternativas.

Exámenes finalizados, opiniones de técnicos entre medio desgarradoras, cada vez mas dudas, mucha angustia y desolación. Tuvimos suerte, visión, apertura, oídos abiertos y valentía de vencer el miedo a preguntar.

Así supimos que el retraso anunciado no era tal, o al menos no intelectual, sino producto de su déficit para prestar atención, era la confirmación del trastorno del TDAH.   Aún con mas dudas que respuestas, pensábamos como parte de la no aceptación  que bueno, seria cuestión de apretar las clavijas. Eso siempre funcionó. Y si probamos con esto..... o aquello.....   Oímos de una charla, y fuimos, y lloramos porque entendimos, y supimos que no sería ni corto, ni fácil, pero ya no estábamos solos.

Entonces  nos entrevistamos.  Nos recibieron, nos contuvieron, nos informaron, nos acompañaron y nos dieron soluciones, no de las mágicas, sino aquellas que generan el compromiso de batallar el día a día, segundo a segundo, aquellas donde la única premisa es no dejarse vencer por la adversidad, porque ya no estamos solos. Y desde entonces, acompañamos....y agradecemos haberlos encontrado.   Era cierto, el aleteo de las alas de una mariposa puede puede provocar un tsunami en otra parte del mundo.  

Autor/Fuente: Omar fuksman