Entre los ganadores del concurso anual de programación de Google Code-in hay nuevamente un joven uruguayo

Extraído del portal http://www.espectador.com

Publicado el viernes 24 de enero del 2014 a las 17:02 hs

Otro adolescente uruguayo deslumbra a Google. Ignacio Rodríguez tiene 14 años y es el ganador del concurso de programación anual Google Code-in 2013. El año pasado ya lo había ganado otro compatriota, Agustín Zubiaga; ambos jóvenes tuvieron el mismo tutor: el profesor Flavio Danesse. En Perspectiva conversó con Rodrígez y Danesse a propósito de este nuevo reconocimiento internacional. Ignacio contó que su primer contacto con una computadora y con Internet fue en 5to de primaria con el Plan Ceibal. Por su parte, el profesor Danesse destacó las ganas de aprender de estos adolescentes y la necesidad de crear un espacio para que tuvieran la oportunidad de hacerlo.

(emitido a las 8.58 hs.)

ALEJANDRO ACLE:
Los jóvenes uruguayos siguen llamando la atención de los grandes de la informática global. Ignacio Rodríguez, un chico de 14 años, es uno de los 20 ganadores a nivel mundial de un concurso de programación que todos los años convoca Google y viajará a Estados Unidos para conocer de cerca cómo se trabaja en el gigante tecnológico.

Pero no es la primera vez que un adolescente compatriota llega a esta instancia. El año pasado Agustín Zubiaga, un joven de San José de 15 años, ya había ganado este concurso y había visitado Google.

(Audio Agustín Zubiaga.)

“Lo más bueno es que pudimos recorrer bastante del campus de Google. Porque no es como un trabajo tradicional, como que le dan mucha importancia a la comodidad del trabajador y trabajan muy cómodos, la verdad. No trabajan en una oficina o algo así, en realidad trabajan afuera, en una reposera, igual. Es todo así, no es todo estructurado ni nada por el estilo.”

(Fin.)

AA - Tanto Agustín como Ignacio hicieron sus trabajos con el apoyo de Sugar Labs, una organización que está relacionada con el Plan Ceibal. Los vincula el hecho de haber estado bajo la tutela de un profesor de Informática de Secundaria y UTU quien les enseñó a programar.

Para conocer de cerca esta experiencia, y sobre todo a sus protagonistas, estamos en comunicación con Ignacio Rodríguez, el flamante ganador del concurso Google Code-in, y con su mentor, el profesor Flavio Danesse.

Ignacio, ¡felicitaciones!

IGNACIO RODRÍGUEZ:
Muchas gracias.

AA - Me imagino que seguís con la sorpresa. ¿Cómo te sentís con esta noticia de haber ganado el concurso, haber sido seleccionado ¡nada menos que por Google!?

IR - Estoy muy contento, porque nunca pensé que lo iba a ganar. Así que es un orgullo para mí el haber ganado.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cuánto hace que te enteraste de la noticia? ¿Cómo fueron estos días?

IR - Yo me enteré el 13, pero por motivos de Google no podía decirlo hasta el 20.

RA - ¡Uy! ¿Y te aguantaste?

IR - Sí. (Se ríe.) Aunque a algunas personas se lo había dicho, no me podía aguantar, así que…

RA - ¿A quién le contaste? En la familia lo compartiste…

IR - Sí, y a Flavio y a mis amigos les conté. Porque gracias a ellos lo gané.

RA - ¡Justamente! Vamos a preguntarle al profesor cómo fue recibir la noticia.

¿Y? ¿cómo te cayó?

FLAVIO DANESSE:
Encantado por Nacho de que haya ganado el concurso. Pero yo me lo esperaba. El año pasado fue la primera vez que entraban en el concurso, que ganó Agustín, ahí sí fue más imprevisto que ganara. Pero este año sí, yo esperaba que ganara alguno de ellos, porque había varios candidatos, y si no ganaba Nacho pensé que iba a ganar Agustín o Christian…

RA - ¿Agustín podía ganar de vuelta?

FD - Agustín participó de nuevo. Pero no sé bien qué fue, si se aburrió, no sé, en algún momento dejó. Pero Nacho a esa altura ya tenía un montón de actividades realizadas, venía lejos adelante en el concurso. Yo esperaba que ganara de nuevo uno del grupo, porque el nivel que tienen es notable. Aparte no hay un grupo como ellos en ninguna parte del mundo, gurises de esa edad haciendo lo que ellos están haciendo y a ese nivel, no existe. Los otros que participan no tienen toda esa etapa de formación y de compartir conocimiento entre ellos, no integran un grupo grande dedicado a esto. Entonces ya me lo esperaba. Y aparte que ganara Nacho…

RA - ¡Un orgullo!

FD - Sí, sí. Obviamente para mí es un orgullo que mis alumnos estén ganando concursos. Sí, esperaba que ganara uno de ellos.

AA - Veamos de dónde viene todo esto. Ignacio, ¿hace mucho que sos fanático de las computadoras? ¿Cómo empezaste?

IR - Empiezo con una XO que recibo en quinto año de escuela. Recuerdo haber bajado XAMedia y […]…

RA - ¿Qué es eso? Explicanos un poquito más.

IR - Son aplicaciones que Flavio desarrolló. XAMedia es para ver televisión, escuchar música y todo eso, y [el otro que nombra] era un criadero de cucarachas. Ahí decía que podíamos unirnos, que había un grupo que se llamaba Python Joven, que hasta hoy sigue. Ahí me pongo en contacto con Flavio. Flavio me empieza a mandar manuales, que yo no leía, era muy terco, y capaz que hoy todavía lo sigo siendo. Ahí me integro a Python Joven y empiezo a aprender.

AA - ¿Antes de la XO tenías computadora?

IR - No, nunca tuve, y conexión a internet tampoco, nunca tuve.

AA - O sea que fue fundamental haber recibido el aparato cuando el Plan Ceibal se empezó a implementar.

IR - Sí.

RA - ¿Dónde usabas al principio la XO? Empezaste en la escuela.

IR - Sí, en la escuela. Y para la conexión a internet también, siempre en la escuela, hasta el año pasado, que me dieron un módem. Y ahí ya tengo Internet en Casa, y cuando se termina voy a la escuela.

RA - Te ponés cerca para poder captar señal.

IR - Sí.

RA - Y así lo hiciste durante mucho tiempo.

IR - Sí, y lo sigo haciendo.

AA - Empezaste con esas aplicaciones que mencionabas. ¿Y cómo fuiste evolucionando a otras cosas más difíciles, por ejemplo programar? ¿Qué es programar?

IR - Programar es crear órdenes para una computadora que las ejecuta. Es algo bueno, porque en sí casi siempre son utilidades para una persona y no maldades, como algunas cosas que hacen.

AA - Como virus, por ejemplo.

IR - Sí.

RA - A ver el profesor Flavio, ¿alguna aclaración más para que los que no estamos tan metidos en el tema de la informática podamos entender qué quiere decir programar?

FD - Está bien lo que dice Nacho. Hacer un programa es escribir las órdenes que nosotros queremos que ejecute la computadora. Es una actividad bastante difícil de aprender. La idea de lo que yo inicié como un grupo de programación era experimentar con gurises de 12 a 17 años, tratar de enseñarles a programar.

RA - ¿Cuál es tu rol a la hora de enseñarles a programar tanto a Nacho como a Agustín?

FD - A fines de 2008 cuando estaban entregando las máquinas del Ceibal empecé a estudiar Python, que es el lenguaje básico de las XO, para enseñarles. Y cuando comienzan las clases en 2009 empecé con el grupo experimentando, un grupo de UTU que yo hacía fuera de horario y lo sigo haciendo fuera de horario y de forma extracurricular para el que quiera ir. Algunos chiquilines fueron alumnos míos de aula directo, como Agustín, que estuvo dos años conmigo, y otros chiquilines, como Nacho, llegaron por internet.

En algún momento vi que había un montón de chiquilines en internet tratando de aprender y no tenían quién los guiara, entonces se me ocurre pasar la experiencia a internet y comunicarme con esos chiquilines que no eran de la zona donde yo estaba, ponerlos en contacto con los demás y hacer videoconferencias para guiarlos a ellos también.

Les enseño lo básico de Python y acompañarlos durante dos o tres años organizando actividades cada tanto, juntándonos todos los gurises, haciendo que ellos mismos preparen talleres entre ellos para sus compañeros, los que van más avanzados preparan talleres para los que recién empiezan. Trabajamos con la gente del Proyecto Butiá en la parte de robótica, entonces tenemos robot también. La idea es darles un ambiente donde ellos puedan dedicarse a lo que quieren dedicarse, que es aprender a programar y aprender robótica, tratar de enriquecer el ambiente donde están y ser un poco la guía.

AA - ¿Cuántas horas le dedicás al día o a la semana a esto de ser mentor?

FD - Sigo trabajando como docente de Secundaria, en UTU hace un par de años que no tomo horas, pero es circunstancial, y aparte trabajo como programador para una empresa norteamericana. Entonces estoy 24 horas en lo mismo, porque estoy trabajando y estoy conectado a internet, entonces por ahí alguno de los chiquilines se conecta y…

AA - ¡Sos multitarea!

FD - Claro, estamos siempre. Si en algún momento alguno de los chiquilines me pregunta algo, dejo lo que estoy haciendo y le explico, le paso un link para que lea… Y cada tanto organizamos encuentros, nos encontramos incluso en mi casa, o en algún liceo o en alguna UTU, donde estemos. No hay algo estructurado, se trata de estar ahí. La idea es que cuando ellos pregunten algo o tengan alguna duda, estar. Cuando ellos de repente no tengan actividad para hacer, proveerles alguna actividad, juntarlos y ver ideas, proyectos, estar siempre ahí tratando de que durante dos o tres años estén en esa actividad.

RA - ¿Recibís alguna remuneración económica o es por amor al arte?

FD - Yo lo hago todo en horario extracurricular. Todos los años cuando empiezan las clases invito a todos los chiquilines de primer año a los talleres de programación, que es de donde salen la mayoría, y los otros vienen por internet. Lo hago en acuerdo con los directores de los liceos, organizo los talleres y empiezo. Pero incluso estos talleres los hago extracurricularmente, porque por ejemplo si estoy de mañana en el liceo no puedo organizar talleres en la mañana en forma voluntaria para el que quiera venir, porque tendrían que salir de la clase. Entonces anuncio que voy a empezar con los talleres y ese día me quedo fuera de horario con los chiquilines que estuvieron en mi turno y quieran quedarse a programar. Así se va haciendo, todo fuera de horario, salvo que se vaya a hacer una actividad grande como por ejemplo los talleres de robótica. En ese caso, si en el liceo o la UTU donde estoy aceptan los talleres –que no siempre sucede–, si es una actividad de todo el turno y viene la gente de robótica, ahí sí la dirección habilita que los chiquilines falten al resto de las clases. Ese día están en el taller, e incluso los docentes que quieren participar en los talleres también lo hacen.

AA - Ignacio, ¿cómo surgió la posibilidad de presentarte al Google Code-in?

IR - Yo estoy en Sugar Labs, una organización vinculada con Ceibal, y ahí anunciaron que había un concurso al que Sugar Labs se postulaba. Aproveché y entré, Sugar Labs quedó aprobado en la lista de las 10 organizaciones, ahí me anoté y empecé a participar.

RA - ¿Qué hace Sugar Labs? ¿Cómo se vincula con el Plan Ceibal?

IR - Sugar es el software que tienen las XO. Es la interfaz gráfica, y Sugar Labs se encarga de desarrollar eso y las actividades donde anda eso. Es Python y de esa forma se vincula con Ceibal.

AA - Y en cuanto al concurso, ¿en qué consiste?

IR - Hay una lista de tareas por cada organización. Sugar Labs tenía más de 300 y ahí vos ibas eligiendo. Cada tarea tiene un objetivo, un tiempo y un mentor. Los mentores te dicen qué vas a tener que hacer, te van a apoyar, todo lo que exigen ellos te lo van a dar. El objetivo siempre es distinto, es código, documentación, buscar un mecanismo.

RA - Explicanos un poquito más. Por ejemplo, ¿qué quiere decir hacer una actividad? Ponenos un ejemplo de lo que hiciste.

IR - Hacer una actividad es un programa. En las XO hay actividades, no son programas por llamarlos así, y cada actividad está hecha en Python y algunas en otro código. Ahí desarrollamos actividades, que después se suben a Sugar Labs, de donde después cualquier usuario con una XO las puede descargar.

AA - ¿Te costó mucho trabajo, pasaste mucho rato en esto?

IR - Sí, mucho rato pasé. Terminé un total de 61 tareas.

RA - ¿Cuántos meses duró el concurso?

IR - Empezó en noviembre y terminó en enero.

RA - ¿Y ahí vos vas decidiendo el tiempo que dedicás voluntariamente a hacer tareas?

IR - Sí, aunque cada tarea tiene un tiempo. Si vos no la hacés en ese tiempo, le dan la tarea a otro o tu mentor puede alargarte el tiempo. Este año pusieron tareas de dos días mínimo; el año pasado una tarea era de cinco horas y era imposible hacer algunas.

RA - Este año pudiste.

IR - Sí, sí; el año pasado no participé. Este año sí.

RA - ¿Quién ganaba el concurso o cómo se desarrollaba? ¿Cuantas más tareas hicieras, puntuabas más?

IR - Eso depende de cada organización, pero sí o sí los dos ganadores están entre las cinco personas con más tareas hechas. Yo quedé primero con 61 y el que me seguía tenía 29.

AA - ¡Pah, le sacaste una ventaja bárbara! (Se ríe.)

IR - (También se ríe.) Walter Bender al final tuvo que elegir por cantidad, porque un ganador era demasiado fácil elegirlo y el otro era muy complicado. Tuvo que elegir por más tareas, si no, no podría elegir.

RA - Contanos algunas de las tareas que hiciste. ¿Qué tipo de programas desarrollaste?

IR - Por ejemplo, hicimos extensiones para Sugar, para subir archivos a Google Drive, o hacer actividades para niños, por ejemplo escuchar un sonido y en la pantalla tenés que marcar la opción correcta, no sé sabe nunca qué va hasta que te lo dicen.

***

AA - Seguimos en nuestra entrevista central. Hoy estamos hablando con Ignacio Rodríguez, que tiene 14 años, es de Canelones y es el ganador del concurso de programadores Google Code-in 2013. También estamos con Flavio Danesse, el programador, es docente en Informática en UTU y fue el mentor de Ignacio en toda esta movida.

***

AA - Llegan muchos mensajes de la audiencia, muchas felicitaciones. Por ejemplo este de una coterránea de Ignacio, Fernanda, que escribe habitualmente, que dice: “Orgullo canario del barrio. Ignacio desde chico se destacó siendo el mejor promedio de su clase. Vive a una cuadra de mi casa, su familia es trabajadora, humilde, muy comprometida. Desde hace años se lo puede ver en la puerta de la Escuela 101 con su ceibalita y se notaba que no estaba jugando. Un ejemplo a seguir”.

¿Qué te parece, Ignacio? Capaz que estabas jugando, eh, y Fernanda dice que estabas trabajando. (Se ríe.)

IR - Sí, es para todo.

RA - También jugás.

AA - (Se ríe.) ¡Por supuesto!

RA - No solo programás.

IR - No, no, si no… llega un momento en que aburre, porque es demasiado ya.

RA - Claro, tenés que estar muy concentrado, me imagino.

IR - Sí.

RA - Tenemos más mensajes. Hay un oyente muy orgulloso que dice: “La maestra que lo inició fue mi señora”.

AA - ¿Quién será?

RA - ¿Te suena alguna maestra?

IR - No sé… (Se ríe.)

RA - Pueden ser varias.

AA - No quiere decir un nombre porque capaz que queda mal. Está bien, muy cauto.

RA - Y después hay otro que nos pregunta cuál es el apellido. Ya lo dijimos, Ignacio Rodríguez. Y otro pregunta a qué escuela de Canelones concurrió.

IR - A la Escuela 101, y ahora estoy yendo a Escuela Técnica Canelones, UTU.

AA - Vamos con el profe para ver cómo es esto de la programación. ¿Qué talento particular tienen estos chicos que se pueden dedicar a esta edad a la programación y que incluso ganan concursos? ¿Cómo lo definirías?

FD - No diría que es un talento –obviamente tienen facilidad–, sino más bien…

AA - … ¡trabajo!

FD - … Esto es una idea mía, un poco a partir del origen también, no solo de la experiencia. La idea mía desde el origen fue darles la posibilidad a aquellos que querían aprender y que no tenían oportunidades. Un poco también porque a mí me pasó, cuando yo tenía la edad de ellos también había un montón de cosas a las cuales quería dedicarme, que me gustaban, y nunca pude por no tener posibilidades económicas o por no tener lugares donde aprender. Y yo veía que todos estos chiquilines estaban ávidos de aprender, de experimentar y de hacer cosas, y en programación lo más difícil es empezar. La idea básica era simplemente darles la chance, que pudieran aprender lo que ellos querían. Entonces creo que, más allá de las facilidades y los talentos que puedan tener, todo esto es en base al esfuerzo, la dedicación, el entusiasmo y la emoción que ponen en tratar de aprender lo que quieren.

RA - ¿Y por lo general les va bien? ¿Son chicos que se destacan en los estudios, son lo que se podría decir medio “tragas”?

FD - Sí, una cosa lleva a la otra…

RA - ¿Sí? Ves que se vinculan.

FD - Claro, porque para aprender a programar hay que hacerse un método de estudio, un método de trabajo, insistir y estar siempre en eso. Como en cualquier otra cosa que quieras aprender, nadie le enseña nada a nadie que no quiera aprender.

AA - ¿Tienen que tener facilidad en matemática, por ejemplo, o cálculo? ¿Va por ese rubro, o no necesariamente?

FD - La matemática, la física, inglés y todas esas materias son muy importantes en programación. Pero como te decía, una cosa lleva a la otra, yo he visto muchos chiquilines que cuando comienzan no quieren saber nada con inglés, no quieren saber nada con matemática, y a medida que van aprendiendo a programar se dan cuenta de que lo precisan… Una cosa lleva a la otra, porque ellos ven aplicaciones prácticas de esas materias en lo que están haciendo.

AA - Es encontrarle el enganche, ¿no?

FD - Claro. No puedo decir que tengan buenas notas en todas las materias por el tema de programación, pero habría que ver qué habría sucedido si no lo hubiesen hecho. Evidentemente una cosa lleva a la otra.

RA - Nacho, ¿cómo te va en el liceo en las demás materias que no tienen que ver con estas cosas?

IR - Bien; hay algunas en que no me va tan bien, como Dibujo, y Física y esas. No creo que tenga un 100%, sino que creo que me destaco en algo y soy bueno en eso, pero en otras materias siento que tengo que esforzarme aunque no sea bueno. Siempre sí o sí hay que esforzarse con cualquier materia, no con lo que a uno le gusta.

AA - ¿Cómo ven la importancia que se les da a la informática y a estos temas en la enseñanza? A vos, Ignacio, ¿te parece que está bien?, ¿hace falta más?

IR - Me parece que hace falta más, porque el futuro es la informática, y no hay que dejar esa materia de lado. Actualmente las horas de Informática en UTU, en ciclo básico, son muy pocas, lo que enseñan es demasiado básico, no sé si tanto como para salir a un trabajo. No me parece.

AA - Flavio, ¿estás de acuerdo?

FD - Sí. Una cosa que no les contó Nacho: este año cumplimos cinco años en el grupo, y tanto Nacho como yo y otros chiquilines estamos asesorando a un grupo de Colombia que quiere replicar la experiencia de nuestro grupo. Allá están tratando de replicar lo que hacemos nosotros en el grupo porque ven que funciona.

Sin embargo en Secundaria a veces tenemos problemas para hacer los talleres en el liceo, porque basta con que la directora del centro no esté de acuerdo, que no le guste mucho, como sucedió este año en el liceo de Villa Rodríguez, para que no se hagan los talleres o para que se obstaculice la tarea. Es una lástima que no se puedan replicar estas cosas en nuestras propias instituciones educativas y sin embargo desde otros países nos contactan para replicar el grupo.

RA - Llegan más mensajes. Por ejemplo: “Felicitaciones a Ignacio y a Flavio. ¿Cómo podemos contactarnos con Flavio? Nos interesa integrarnos a las actividades”. ¿Tienen previsto algún mecanismo para que la gente se integre al grupo?

FD - Internet. Simplemente si ponen en Google mi nombre y mi apellido enseguida los va a tirar a las páginas nuestras, a la página mía o a la página del grupo, ahí está mi correo. El grupo Python Joven también tiene su propia página web donde hay montón de material de estudio, actividades, fotos, videos de todos estos años.

RA - Después va a estar todo disponible junto con la transcripción de la entrevista.

FD - Otra cosa: Nacho aprendió muchísimo inglés haciendo esto. Esa es otra experiencia que les puede contar, cómo a través de meterse en internet, hacer todo esto y ponerse en contacto con la gente que integra todo este ámbito, aprendió mucho de inglés, con la práctica.

AA - ¿Fue así, Nacho?

IR - Sí. (Se ríe.)

AA - Fuiste mejorando el nivel a medida que tuviste que meterte más en estos temas.

IR - Sí, a medida que vas aprendiendo cosas nuevas y viendo nuevos desafíos, aprendés más cosas. Comunicarse con un desarrollador en español es casi imposible, porque casi todos hablan en inglés y tenés que acostumbrarte a él o usar un traductor. Finalmente te terminás acostumbrando y hablando un poco inglés con él.

RA - Se comunican por esa vía. Y si volvemos al concurso y al premio, ¿en qué consiste el premio de Google? ¿Vas a viajar a Estados Unidos a visitar las instalaciones de Google?

IR - Sí, a San Francisco, en California, en abril, del 13 al 16 de abril, todo pago. Vas allá, hablás con los ingenieros, y después recorrés San Francisco.

RA - ¿Y qué significa para un fanático de la informática como vos poder estar en la meca de las empresas tecnológicas?

IR - Es muy emocionante. Nunca pensé que iba a ir a Estados Unidos, y ahora puedo ir con solo 14 años.

AA - ¿Ya viajaste alguna vez? ¿Saliste afuera de Uruguay?

IR - No, ni en avión tampoco viajé nunca.

AA - ¡Pah, así que estreno en varias puntas!

RA - ¿Qué esperas ver allí? ¿Con que te vas a encontrar?

IR - Pienso ir y hacer amigos, junto con los otros ganadores que son 19, 20 conmigo… ir a disfrutar, hacer lo que ellos me digan, siempre disfrutando.

AA - ¿Cuando seas mayor vas a dedicarte a esto quizás como trabajo?

IR - Quizás sí.

AA - ¿Ingeniero en Informática?

IR - Sí.

AA - ¿Contás con los medios para seguir estudiando?

IR - Y… la educación es pública, o sea, supongo que sí.

AA - Sin problemas, ¿no?

IR - Sí, claro.

AA - Flavio, ¿algo que quieras agregar sobre todo esto?

RA - ¿Qué les dirías a los chicos que tienen este interés de empezar a programar, de experimentar con la computadora?

FD - Que lo básico es esforzarse, dedicar mucho tiempo. Como en el caso de Nacho, por ejemplo. En estos momentos uno recuerda cuando ellos recién aparecieron, lo que sabían, lo que querían hacer, las dificultades que tuvieron. Y Nacho básicamente en base a su esfuerzo, a su dedicación y a estar permanentemente sobre el tema va a pasar de estar frente a su escuela con la XO para conectarse a internet, con frío, con lluvia, con calor, a viajar a Estados Unidos con todo pago. Ese es el resultado de todo el esfuerzo que hizo durante todos estos años.

RA - Y que bien merecido lo tiene.

FD - Sí, realmente. Aparte, yo estoy orgulloso y loco de la vida de que ellos logren estas cosas, no solo por el tiempo que se han dedicado a esto, sino porque aparte son unos gurises increíbles, todos chiquilines humildes que han aprendido también sobre lo difícil que es aprender, lo difícil que es evolucionar. Y eso también los enriquece como personas, no solo en la parte profesional –que obviamente van a terminar siendo ingenieros todos ellos–, han aprendido a compartir, a ayudarse entre ellos, a hacer cosas juntos.

RA - Que es otro componente bien importante.

FD - Sí, claro, es lo básico. Primero está el ser buena gente, como yo les digo siempre, y después vendrán las cosas profesionales. También es importante ser exitoso como persona, no solo en la parte profesional.

RA - El orgullo no es solo tuyo como profesor. Alberto dice: “Es un verdadero orgullo que un pibe uruguayo se destaque. No es de extrañar, pero mis felicitaciones a Nacho, y cuando quiera trabajo que avise, si se quiere seguir divirtiendo de grande…”.

AA - ¡Salió oferta! (Risas.)

RA - Salió oferta. “… y mis felicitaciones a Flavio por dedicarse a formar a estos gurises”.

FD - Muchas gracias a todos. Obviamente, felicitaciones a Nacho, a su familia, y todo el apoyo que le han dado también. Y él sabe que tiene apoyo de un montón de gente para llegar a ser ingeniero, si es lo que quiere. Nosotros seguimos trabajando juntos, seguimos en esto, mientras ellos quieran el grupo se mantiene y sigue haciendo cosas juntos. Así que ¡para adelante, Nachito!

AA - Ignacio, Flavio: felicitaciones de nuevo, sigan para adelante, porque se nota, hasta por los mensajes que llegan acá y por el tono con que los mandan, que hay mucha gente contenta con esta noticia, con estos caminos que se abren y apoyándolos de una manera u otra en esto que han empezado.

RA - Nacho: ¡buen viaje! ¡Que te diviertas por allá!

IR - Gracias.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Autor/Fuente: El Espectador.com