Punta del Este tiene la primera torre autoabastecida de energía

Desde la parada 4 de la playa Mansa se divisa un edificio que llama la atención por las nueve turbinas eólicas que tiene en su azotea. Cada una genera 1 kilowatt (kWh) a una velocidad de viento promedio de 30 kilómetros por hora (km/h), aunque puede generar más si sopla más fuerte.Este equipo es único en el país y permite que el edificio tenga capacidad suficiente para abastecer su consumo eléctrico durante todo el año. La energía genera por esas turbinas abastece la iluminación de espacios comunes y garajes, ocho ascensores, bombas, toldos eléctricos, entre otros.

La torre Alexander Boulevard fue inaugurado a fin del 2012 y cuenta con 16 pisos y 54 apartamentos, incluidos dos penthouses triplex.Uno de sus constructores, el arquitecto Iván Arcos recordó que Punta del Este, al ser una península, tiene “pocos días calmos”, lo que garantiza una solución eólica será eficiente.

Debido a que en invierno el consumo es sensiblemente menor por la cantidad de apartamentos que pueden estar desocupados, la energía sobrante se vuelca a la red. Al verano siguiente, cuando la demanda es más alta, UTE devuelve la misma cantidad de kW (no se paga en dinero). Esto es posible gracias al decreto 173/010 que habilita la conexión a la red de baja tensión de generadores de fuentes renovables. “Sin el marco jurídico sería imposible porque acumular (la energía) en baterías sería contaminante”, señaló Arcos.

El profesional dijo a El Observador que se calcula que el consumo energético disminuye el 10% de los gastos comunes de una torre de alta gama en el balneario y la cifra puede alcanzar el 30% en un edificio similar en Montevideo. A una velocidad promedio del viento de 30 km/h, las turbinas de Alexander generan 6.480 kWh al mes. Esto significa que se evitan 4.212 kilos del principal gas de efecto invernadero: el dióxido de carbono (CO2).

Cuando calienta el sol. El edificio también aprovecha el sol. La azotea esta “tapizada” con paneles solares horizontales que ocupan 100 metros cuadrados.Esta infraestructura permite que el edificio tenga agua caliente central. El agua que sale por la canilla pasa por los termotanques generales del edificio y luego por el termotanque de cada apartamento. No hay razón para tener un calefón. Los termotanques individuales cuentan con una resistencia eléctrica que, en caso de que el agua no alcance la temperatura deseada para, por ejemplo, una ducha, se complemente con la energía eléctrica.

Esta posibilidad es pensada para el invierno. El sistema también abastece de agua caliente a las piscinas interiores y exteriores. AislamientoOtro elemento “verde” del edificio es el aislamiento térmico que evita la fuga de temperaturas. Las aberturas evitan la condensación típica del material en invierno cuando hay mucho calor adentro y mucho frío afuera. “Esto se usa mucho en Europa porque hay temperaturas extremas”, señaló Arcos.La utilización de aberturas con rotura de puente térmico están acompañadas con doble vidrio hermético. Estos también disminuyen a casi la mitad la transmisión de calor de un vidrio simple. “Es la abertura con más eficiencia térmica. No entra viento y no entra agua. Y el calor o el frío generado dentro del apartamento se mantiene”, explicó. Por esta razón Arcos recomendó que en las viviendas se utilicen burletes, una solución mucho más económica, pero eficiente. Si bien el arquitecto de Estudio Cinco no pudo evaluar en cuánto se encarece una construcción que incluye estas soluciones energéticas, de todas formas manifestó que las tecnologías de energías solar y eólica están bajando su precio y cada vez son menos privativas para su instalación en viviendas particulares. “Todavía no hay una conciencia del comprador. Recién se va a apreciar a medida que vea los ahorros”, sostuvo.

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Autor/Fuente: El Observador

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